Verónica Casado representa esa figura de médica de cabecera que tan importante es para todos. La vallisoletana ha ganado el premio Médico Cinco Estrellas de la Organización Mundial de la Medicina de Familia en la región de Europa.
Casado es médica de familia en el Centro de Salud Parquesol de Valladolid, pero también cuenta con una dilatada experiencia en el ámbito de la docencia, la investigación, la edición de libros especializados y la colaboración internacional.
En mi consulta visito personas, no pacientes
En las entrevistas que he leído, esta mujer confiesa estar “en una nube” porque vive este premio como una sensación de reconocimiento a la medicina de familia española, porque esta especialidad, para la doctora, es la más útil para la población.
30 años dedicada a la atención primaria y un premio, la mejor médico del mundo
Fue en Seúl (Corea del Sur) cuando hace unas semanas, Verónica Casado viajó para recibir este galardón que concede la Organización Mundial de Médicos de Familia (WONCA) y que reconoce su gran labor diaria.
Verónica Casado trabaja en asistencia, en un centro de salud y lleva pendiente de la salud de sus pacientes casi 30 años. A la vez, compagina el trabajo con la formación de residentes que rotan por los centros de salud, y con la docencia en la Facultad de Medicina de Valladolid.
Y por si esto fuera poco, dirige varias tesis doctorales. Eso sí, afirma que cuenta con el apoyo de su marido, que también es médico de familia, y de su hija, que es psicóloga.
Una médica que ejerce como tal las 24 horas del día
Si echar un vistazo a su currículum da vértigo, también es loable los méritos que la han llevado a hacerse con el galardón: su capacidad de comunicación, el trato al paciente, las dotes de liderazgo en su comunidad, la toma de decisiones éticas y la capacidad de trabajo en equipo.
El título mundial viene de la mano de otro premio al que ella no se presentó. En 2017 sus compañeros, los representantes de la Comisión Nacional y de la Asociación Española de Medicina de Familia, sin ella saberlo la presentaron al premio de Europa y ganó, y después, la volvieron a presentar y obtuvo el de Iberoamérica. Toda una campeona y modesta. Asegura que una médica no desconecta las 24 horas del día.
Cuando se realiza bien el trabajo, el premio es el cariño de los pacientes
A pesar de la importancia de los galardones, lo que a esta doctora le emociona es comprobar que sus pacientes están como si les hubiera tocado la lotería, y cuando la ven no dudan en abrazarla y ha recibido muchas llamadas.
Verónica Casado se siente una mujer afortunada porque trabaja en lo que le gusta, en lo que cree. Esta mujer que soñaba de niña con ser profesora, a día de hoy ha visto su sueño cumplido: el de ser docente y el de curar enfermedades y ser una buena amiga de sus pacientes.
¿Crees que la vocación es lo que marca la diferencia en la calidad del servicio que presta cualquier profesional de la medicina?