Siempre que pensamos en mujeres que fueron y son un referente, parece que siempre posamos nuestra mirada en mujeres fuera de nuestro país, pero aquí han dejado su huella mujeres valiosas, valientes, que fueron pioneras en diferentes ámbitos, hoy me gustaría hablar y recordar a Pilar Miró.
Pilar Mercedes Miró Romero, nació el 20 de abril de 1940 y falleció en 1997, demasiado joven porque contaba con 57 años. Estudió Derecho y Periodismo junto al rey emérito Juan Carlos I, graduándose también en la Escuela Oficial de Cine, donde también fue profesora.
Mujer de aspecto frágil, se convirtió en una todo terreno en el campo audiovisual: cine, televisión, guión, nada se le resistía. A ella le debemos títulos como: El crimen de Cuenca, El perro del Hortelano o Gary Cooper que estás en los cielos. Este actor era su favorito, ese amor platónico que todos tenemos.
En 1968 logra su primer premio cinematográfico con la cinta Una fecha señalada , en el festival de cine de Montecarlo. Dos años después es galardonada con una Antena de Oro por su labor como realizadora de televisión.
La televisión con sello propio, el de Pilar Miró
En 1982 es nombrada directora general de Cinematografía. Durante su mandato sienta cátedra al propiciar una ley de subvenciones anticipadas para el cine y cuatro años después en 1986, se hace cargo de la Dirección General de RTVE.
Cuando Pilar Miró se hizo cargo de su gestión estableció una estructura fija de horarios y géneros. Durante su etapa, profesionales de la talla de Jesús Hermida con el programa Por la mañana o Iñaki Gabilondo con En familia volvieron a la palestra, fue la época del descubrimiento de humoristas como Martes y Trece y sus especiales de navidad.
El objetivo de Pilar Miró era la de dotar de dinamismo y competitividad a la Televisión Pública. De hecho, La 2, pasó a convertirse en un canal de máxima audiencia gracias a las retransmisiones deportivas y espacios musicales.
Su carrera se diversificó, Pilar dirigió teatro y ópera, y realizo nuevas películas, entre las que destacan: Beltenebros (1991), premiada con el Oso de Plata en el Festival de Cine de Berlín de 1992 y el Premio Ondas de Cine al mejor director y El perro del hortelano (1996), su penúltimo film le valió el Premio Goya a la mejor dirección.
Pilar Miró es el ejemplo de que la constancia sí da sus frutos
A pesar de estar enferma, creyó en sus sueños y peleó por trabajar en lo que le gustaba. Antes de dirigir RTVE, trabajó como redactora, guionista y realizadora. En un momento donde la mujer aparecía tras la pantalla, ella apostó por estar en un segundo plano, pero haciendo el trabajo que le llenaba.
Hoy día parece que el éxito llega de la noche a la mañana, pero en realidad, y siempre ha sido así, el buen trabajo, los buenos resultados no son fruto del azar ni de las prisas, sino del esfuerzo y la constancia diarios.
De vez en cuando, vale la pena echar un vistazo al pasado reciente y olvidar los TT de Twitter que ponen de moda un tema un lunes y al día siguiente se ha olvidado. Mujeres como Pilar Miró permanecerán en la historia del cine y la televisión gracias a sus películas y su labor.
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