Conóceme

De los números, a las personas.

Me llamo Ana y me apasiona ayudar a los demás. ¿Cómo lo hago? A través de un trabajo al que me dedico por vocación.

Antes de hacerme un hueco en el mundo de los Recursos Humanos y tras la carrera realicé cursos relacionados con la administración bancaria.

Puedo ver  tu cara de sorpresa. Pero de todo se aprende en esta vida y cómo lo que me atraía era escuchar, aprender y conocer otras culturas elegí otro camino. Tal y como decía Alicia en el País de las Maravillas:

Si no sabes a dónde vas, cualquier camino te llevará allí

Después de casi 15 años en el ámbito laboral, me encuentro poniendo mi granito de arena en el mundo empresarial y laboral con un objetivo: humanizar las empresas.

¿Cómo se humaniza una empresa?

Apostando por las personas y que los números estén presentes para ayudar a la sostenibilidad y la riqueza económica de su entorno.

Dejar una huella humanizadora significa recordar que siempre seremos los seres humanos los que estén detrás de las empresas, organizaciones e instituciones, por eso es de humanos dejar esa huella social y sostenible de cara al presente y el futuro.

Igual os parece un poco osado pero os prometo que me dejo la piel en cada proyecto y me centro en  ayudar a mis clientes,  en detectar sus necesidades y en crear programas de formación como estos:

  • Igualdad de oportunidades entre todos los que formamos la sociedad: mujeres, hombres, diferentes generaciones, distintas capacidades y diversidad funcional.
  • Formación de colectivos desfavorecidos, exclusión social y difícil inserción.
  • Resolución de conflictos empresariales con ética, sostenibilidad, integridad y responsabilidad en la gestión humana.
  • Conciliación, productividad y adaptación a los entornos profesionales.
  • Apoyo a las mujeres tras la maternidad y orientación laboral tras periodos de inactividad profesional.
  • Responsabilidad Social Corporativa (RSC) Reputación y Sostenibilidad Empresarial.

Mi apuesta: empresas con alma

Creo que las personas son el motor de cualquier organización, de hecho formo parte de una minoría que apuesta por la empresa con alma, la que se implica al 100% en la Responsabilidad Social Corporativa.

No con una frase que aparezca en su página web sin más, sino como una forma de entender la vida.

Ahora más que nunca la empresa puede ser el motor para paliar problemas sociales. Confío en esos primeros pasos en forma de ayudas por contratación de personas con discapacidad porque el fin del trabajo para mí es dignificar.

Razones para que apuestes por mí y por mi trabajo

  • A pesar de ser una mujer joven son ya 15 años los que llevo en el campo de los recursos humanos.
  • He tomado conciencia en primera persona de los problemas que se pueden plantear en el ámbito laboral.
  • Me gusta la gente, me interesan sus problemas y estudio soluciones que resuelvan de forma positiva sus necesidades.
  • Creo en la diversidad, en la motivación y en la implicación como forma de ver la vida a nivel personal y profesional.
  • Empleo la evaluación 360º con personas al servicio de otras personas.
  • No creo en el postureo y sí en las soluciones que aportan valor a todas las partes: practicar la ética social es mi objetivo.

Esta soy yo, o una parte de mí. Una mujer que trabaja en una empresa que me permite ayudar en el terreno de la inserción laboral a diferentes colectivos que viven el desempleo con desesperanza.

Me mueve la pasión por mi entorno, por luchar contra la desigualdad y por aprender cada día.

¿Hablamos?