El sector emprendedor lleva tiempo reclamando un plan de ayudas para hacer frente a la crisis económica del coronavirus. Ya que las medidas que se han establecido para pymes y autónomos son insuficientes para las startups.
Emprender era sinónimo de valientes, de alternativas en la crisis de 2008, ahora en 2020 con muchas empresas que han aportado y desean seguir aportando en el mercado laboral, reclaman un poco de atención y liquidez.
Las startups con recorrido y cuya caída de ingresos sea puntual, tendrán posibilidades de sobrevivir
El Gobierno francés ha aprobado un plan de liquidez dotado con 4.000 millones de euros para ayudar a refinanciar los créditos, cerrar rondas de inversión pendientes y hacer frente a algunas cuestiones fiscales.
En una línea similar, el Ejecutivo alemán ha anunciado la inyección de 2.000 millones de euros para reflotar negocios tecnológicos.
Las startups son sinónimo de grandes ideas y de soluciones
La preocupación de las startups españolas es la de no verse beneficiadas como las pymes en cuanto a liquidez ya que no dejan de ser empresa. Y detrás de estas organizaciones hay servicios, ideas y un gran valor que repercute en la sociedad.
Confiemos en que no se nos olviden este tipo de organizaciones innovadoras que han sido capaces de generar nuevos puestos de trabajo al apostar por servicios diferentes, creativos y necesarios.
Los cambios de comportamiento debido al coronavirus beneficiarán al sector tecnológico. El optimismo va de la mano de todo aquel servicio relacionado con el trabajo, la formación online, asistencia médica, hacer la compra o en forma de ocio.
Estos cambios y hábitos entre los clientes en estos momentos, parecen que han llegado para quedarse, intuyo que es complicado pasar de un escenario a otro y volver a la normalidad que conocimos.
Y tal vez por precaución o ya por nueva costumbre, emplearemos más los servicios de empresas tecnológicas que están presentes en prácticamente todos los sectores.
La empresa tradicional deberá apostar por un cambio en la digitalización
De hecho, muchas startups, pueden servir de ayuda y de consejeras para muchas empresas tradicionales que deban adaptarse a cambios relacionados con el teletrabajo o con otros asuntos donde precisen asesoramiento.
Los trabajos donde la persona deba realizar una labor ‘de siempre’ no se evaporarán, pero tal vez, en algunas medidas dentro de su empresa, estará presente la tecnología, como las pantallas para detectar si se lleva puesta o no la mascarilla o si tienes fiebre.
O dentro del sector del retail, las pantallas para comprobar cómo nos sienta la ropa. Ideas que irán surgiendo y que necesitarán soluciones inmediatas. Y ahí entran en juego las personas con talento e ingenio.
Si el tráfico en la tienda está restringido, las empresas podrían buscar soluciones imaginativas y que la tienda vaya a casa del cliente, especialmente en marcas cuyo público sean colectivos de riesgo por factores como la edad. Pompeii es el ejemplo de startups que está introduciendo en sus plataformas online conexiones de vídeo con un asesor para ayudar en el proceso de compra.
Unidos por una causa: defender nuestros proyectos
En mi opinión, es el momento donde estamos más distanciados socialmente, nos encontramos más unidos gracias a trabajar por una causa común: defender nuestros proyectos, apostar por las personas, aunque la tecnología sea ahora una nueva compañera de viaje que ha llegado para quedarse.
La necesitamos, y ella a nosotros. Por lo que confío en que esas empresas emergentes reciban la atención que merecen por la labor que han hecho y por todo lo que pueden hacer en momentos donde debemos adaptarnos a un nuevo escenario laboral.
¡Lo conseguiremos!