Un proceso de selección es una experiencia por la que todos pasamos a lo largo de nuestra vida laboral. Si un grupo de amigos se reúne no será raro que alguien comparta aquella vez en la que vivió unas horas surrealistas durante una entrevista de trabajo. No voy a echar piedras sobre mi tejado pero de vez en cuando viene bien hacer autocrítica.
El hecho de contratar a una persona para un puesto de trabajo requiere de una serie de pruebas para medir sus capacidades y su predisposición, hasta ahí bien. Pero en ocasiones, alguna de esas pruebas confunden al postulante por llamativas.
¿Es necesario convertir un proceso de selección en un espectáculo/competición?
No sé si conocéis el caso del Grupo VP Hoteles, todo ocurrió a principios de año cuando anunciaron un ‘casting de selección’ lo cual fue criticado desde muchos sectores porque la imagen que se dio fue la de convertir en un espectáculo con colas eternas de gente esperando horas y horas para entregar su currículum.
Cuando una persona se encuentra desempleada y ve que su imagen junto a otras miles de personas, currículum en mano, es noticia y con ello, el nombre de la empresa está en boca de todos, ¿qué puede pensar? Según los expertos en imagen de empresa, en este caso, sólo cosas negativas.
Un proceso de selección no es un evento relacionado con marketing, de hecho, es una falta de respeto hacia esas personas que durante horas a lo largo del día tuvieron que esperar para poder entregar su currículum.
Una persona desempleada merece todo el respeto en un proceso de selección
En este caso no se tuvo tan en cuenta que se trataba de una entrevista laboral y se apostó más por difundir el nombre del hotel. Para empezar la palabra casting no se asocia a una entrevista de trabajo, si imaginamos una cola de esas dimensiones, podemos pensar en un director de cine o una televisión que está buscando hombres y mujeres para un nuevo formato televisivo.
Los afectados y todo el que tuvo conocimiento del “espectáculo” lo publicó en redes sociales con un fin, el de criticar esa forma de elegir a su nueva plantilla. De hecho, la empresa emitió un comunicado pidiendo disculpas y negando que quisieran hacer publicidad con este acontecimiento.
Un empleado es el mejor embajador de marca de la empresa
Mal empezamos si antes de que nos contraten vemos actuaciones de este calibre. Quizás sólo se trató de una mala decisión y no se midió la repercusión negativa que tendría. Pero una persona que va entregar su CV lo hace pensando en que se juega mucho porque estar desempleado no es ninguna broma. Y si consigues un trabajo, serás el primero en hablar bien o mal de la organización.
Los procesos de selección no deberían ser como en la película de Marcelo Piñeyro, El Método donde se saque lo peor de cada candidato sino todo lo contrario. El problema es que se ha confundido el todo vale dentro del marketing, y al igual que hizo Burger King con su oferta de empleo falsa que resultó formar parte de una campaña, parece que jugar con los sentimientos de una persona que no tiene un empleo puede servir para captar la atención de sus clientes, y no… repito, no todo vale.
¿Tenéis alguna mala experiencia o una anécdota surrealista cuando habéis acudido a un proceso de selección?